Esta tierra, Córdoba, ha sido cuna de grandes toreros, pero el mas grande de todos los tiempos fue Manuel Laureano Rodriguez Fuentes, MANOLETE (1917-1947). En la Plaza de los Condes de Priego de Córdoba está el monumento dedicado a este gran torero. Murió en la plaza de toros de Linares (Jaén) una tarde de 1947, su muerte conmocionó al país entero y especialmente al pueblo de Córdoba, del que era natural. Para recordar su figura en 1956 se inauguró un monumento en honor a su memoria, realizado por los escultores Luis Moya y Manuel Álvarez Laviada y ubicado en la Plaza del Conde de Priego, en el taurino barrio de Santa Marina. Su ubicación en este enclave privilegiado, con la iglesia de Santa Marina al fondo, no sólo se debe a que fue su residencia durante algún tiempo, sino también a que de este entorno han salido numerosos matadores.
Otro de las estatuas que nos podemos encontrar en nuestro paseo por la ciudad, este vez en junto a la muralla árabe, es la realizada a MAIMÓNIDES, cuyo nombre original era Moshé ben Maimón o Musa ibn Maymun. Este hombre nación en Córdoba el 30 de marzo de 1135. Su fama en la cultura europea se debe a su obra filosófica pero también fue muy conocido por sus coetáneos como médico, dejando una importante huella en la tradición popular que muestra a Maimónides, sobre todo, como un médico a quien se atribuyen milagros que le elevan al nivel de santo, un sabio juez y un rabino.
En otra de las plazuelas que abundan en la ciudad, concretamente en la Plaza de Capuchinas, se encuentra el Convento del mismo nombre, antiguo palacio del Conde de Cabra. En dicha plaza se erigió la estatua al Obispo Osio, obra del escultor Lorenzo Coullaut Valera. Fue inaugurado el 27 de abril de 1926.
Este hombre nació en Córdoba el año 257 y murio en Sremska (Serbia) en el año 358. Padeció tormento y fue enviado al destierro durante la persecución de Diocleciano. Fue confesor de San Atanasio, obispo de Alejandría, y partidario suyo en su controversia con Arrio. Asistió al Concilio de Iliberis en España y acompañó al Emperador Constantino a Milán en el año 313, siendo más que posiblemente el artífice de su conversión al cristianismo y de su Edicto de Milán, en el que da carta de libertad a dicha religión.
Cuando el arrianismo, herejía que negaba la consubstancialidad con el Padre, comenzó a extenderse en Alejandría fue enviado para combatirla y con este fin convocó el Concilio más importante de los primeros tiempos del cristianismo en Nicea, en el año 323, en el que él mismo redactó el Credo.
En el año 355 el Emperador Constancio II, convertido al arrianismo y temeroso de la influencia de Osio intentó acabar con su firmeza y le hizo comparecer ante un concilio arriano, donde fue azotado y atormentado. Ocurrían estos hechos cuando Osio contaba con 100 años de edad y un año más tarde moriría desterrado en Sirmio (actual Sremska).
Si nos adentramos en los Jardines de la Victoria podremos observar el monumento a EL DUQUE DE RIVAS. Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano nace en Córdoba el día 10 de marzo de 1791. Sus padres fueron Juan Martín de Saavedra y Ramírez, duque de Rivas, y María Dominga Ramírez de Baquedano y Quiñones, marquesa de Andía y Villasinda, ambos grandes de España. Vivió en la época de la invasión francesa y Fernando VII, sufriendo destierro y mil avatares. Fue militar, político y escritor de renombre.
Continuando nuestro paseo, podemos ver en los Jardines de Agricultura un monumento al pintor JULIO ROMERO DE TORRES. Este pintor nació en 1874 en Córdoba y murió en 1930 también en esta ciudad. Julio Romero de Torres participó con intensidad en todos los acontecimientos artísticos de Córdoba y España. Su museo se encuentra en la Plaza del Potro de esta ciudad.