EL FOTÓGRAFO ZURDO: AÑORA (CÓRDOBA)

En la provincia de Córdoba, en pleno corazón de Los Pedroches, entre Alcaracejos, Pozoblanco y Dos Torres nos encontramos con un pueblo con encanto, Añora.

Uno de los elementos esenciales y característicos de esta población son las casas típicas de tiras, es decir, casas con fachadas de sillares de granito enmarcados por tiras blancas que las mujeres noriegas, con un cuidado especial, se encargan de que estén bien encaladas. La calle, de adoquines de granito perfectamente ensamblados, muestra otras casas encaladas que conservan sus grandes dinteles de granito en puertas y ventanas.

Como lugares emblemáticos de este pueblo nos encontramos con el Ayuntamiento, que data del siglo XVI, habiendo sufrido las consiguientes modificaciones, la Iglesia de San Sebastián que es del S. XVI, que también ha sufrido modificaciones, las Ermitas de la Virgen de la Peña (patrona del pueblo que se celebra el día 8 de septiembre) y la de San Pedro (S. XVI). En todo el pueblo existen 7 cruces de granito, de unos dos o tres metros de altura, cuya sección suele ser poligonal y situadas sobre una base escalonada del mismo material.

Hay que destacar la Fiesta de la Cruz que ha sido declarada de Interés Turístico Nacional. En dicha fiesta las cruces ya mencionadas serán "vestidas" por las mujeres cruceras el primer fin de semana del mes de mayo. También hay costumbre de que algunas vecinas reservan a la entrada de sus casas una habitación donde instalan una cruz que visten con gasas, sedas y oro, no quedando ningún resquicio de la habitación sin cubrir por los ornamentos. Es una tarea delicada y muy laboriosa en la que los vecinos ponen todo su empeño. Cualquier persona que se acerque por el lugar podrá entrar sin ningún impedimento en los domicilios donde estén instaladas las cruces y así poder admirar estas obras de arte. Cada vez son más las personas de fuera las que visitan esta fiesta. En esa noche Añora no duerme, es su noche, donde se admiran las cruces, se da chocolate y dulces típicos a todos los que se acercan, se canta y se bailan sus jotas tradicionales.

Un pueblo pequeño, que merece ser visitado.

Hasta pronto. JOKIN